Está
claro que cuando hablamos de portero franceses, se nos vienen a la cabeza
nombres como Lloris o Mandanda. Sin embargo, en los últimos años hay un portero
que se está saliendo y se ve eclipsado y ese es Ruffier. El ex del Mónaco ya
era un porterazo cuando jugaba en el principado, pero su fichaje por el
Saint-Étienne le hizo crecer hasta lo que es hoy. En su día estuvo apunto de
fichar por el Manchester City, a saber que hubiese pasado si lo hubiera hecho.
Durante
el desarrollo de Ruffier en Mónaco, estuvo ausente de los equipos nacionales
juveniles de Francia. Después de recibir un tiempo de juego constante en
Mónaco, Ruffier fue convocado para el equipo sub-21 en noviembre de 2007. El 15
de noviembre de 2007, debutó sub-21 jugando todo el partido en el empate 1-1
del equipo con Armenia en Colmar. [24] Apareció en varios partidos para el
equipo en la clasificación para el Campeonato de Europa Sub-21 de Fútbol de la
UEFA 2009, pero al final no logró que el equipo que perdió 2-1 en el agregado a
Alemania en el partido de desempate de dos patas del equipo. La eliminación de
la competencia puso fin a la carrera de Ruffier para menores de 21 años.
Durante
la temporada 2009-10, Ruffier recibió elogios de los medios por sus
actuaciones. El elogio dio lugar a llamadas para que el jugador sea convocado
al equipo senior. Sin embargo, el entrenador Raymond Domenech prefirió a Cédric
Carrasso como el arquero de tercera opción del equipo y lo llevó, junto con
Lloris y Steve Mandanda a la Copa Mundial de la FIFA 2010. El 16 de junio de
2010, el portero Carrasso se retiró del equipo debido a una lesión y el
entrenador de porteros de la selección nacional, Bruno Martini, se puso en
contacto con Ruffier para viajar a Sudáfrica y reemplazarlo. [25] A pesar de
que la FIFA negó la solicitud del equipo de un jugador de reemplazo, Ruffier
todavía entrenaba con el equipo y estaba en el autobús del equipo durante el boicot
de jugadores para protestar por el despido del delantero Nicolas Anelka. [26]
[27] [28] El 23 de julio de 2010, tras una reunión del Consejo Federal de la
Federación Francesa de Fútbol, los 23 jugadores del equipo de la Copa del
Mundo fueron suspendidos para el próximo partido amistoso del equipo contra
Noruega a petición del nuevo entrenador Laurent Blanc.
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